La rabia es una zoonosis
(ENFERMEDAD QUE SE TRANSMITE DE ANIMALES AL SER HUMANO), causada por un virus.
Éste infecta a animales domésticos y salvajes -especialmente carnívoros- y
también a los seres humanos, quienes pueden contraerla al ser mordidos por animales con la enfermedad. Se transmite
a través del contacto con la saliva de animales infectados, fundamentalmente por mordeduras, pero no
únicamente, ya que los rasguños y el contacto de saliva con la piel no sana también
han sido implicados como vías de transmisión.
Los principales reservorios de la rabia mamífera terrestre
son los caninos, seguidos en importancia por los
felinos. Pese a lo que se cree habitualmente, LOS ROEDORES (RATAS, RATONES O “LAUCHAS”) NO SON HABITUALES
TRANSMISORES DE VIRUS RÁBICO. A nivel rural se deben considerar los
bovinos, ovinos, equinos que están expuestos al contacto con quirópteros
hematófagos y pueden transmitirla por contacto accidental con humanos. A nivel
del ciclo aéreo, los principales reservorios son los quirópteros (MURCIELAGOS).
La importancia de la rabia humana para la salud pública
radica en la alta
letalidad (ES UNA ENFERMEDAD QUE PRODUCE LA
MUERTE EN CASI EN EL
100% DE LOS ENFERMOS). Pese a los avances tecnológicos, aún
no se cuenta con tratamientos exitosos cuando el paciente presenta síntomas.
Esta situación, sumada a las características propias del cuadro clínico, ejerce
un alto impacto en la sociedad. En la actualidad, los casos fatales que ocurren
en humanos se deben a que no recibieron asistencia médica oportuna. Puede
observarse que las muertes ocurren en países con deficientes políticas de
salud, cuyos habitantes tienen dificultades para el acceso al tratamiento.
Rabia en
los murciélagos: En la argentina hay muchas especies de murciélagos y
en particular los murciélagos insectívoros se
consideran RESERVORIO de la enfermedad. En estos animales es difícil el
control de la enfermedad. Si bien los murciélagos son de hábitos nocturnos,
pueden aparecer volando a plena luz, siendo un signo característico de la
infección rábica, formando parte de un cuadro general de desorientación, que
incluye choques involuntarios contra objetos cercanos. Los caninos sólo tienen
posibilidad de acceder a murciélagos caídos, en cambio los felinos –con su
habilidad trepadora- pueden capturarlos tanto del suelo como de sus refugios,
los murciélagos no atacan pero para defenderse cuando son capturados muerden.
Si se encuentra algún
murciélago caído en el piso tratar de recogerlo con guantes o utilizando una
pala, depositarlo en un frasco y llevarlo lo más rápido posible al centro de
zoonosis (ANTIRRABICO) más cercano, allí
será analizado y le dirán los pasos a seguir.
Lo
importante en la rabia es la PREVENCION:
En los animales:
Vacunación periódica La vacunación antirrábica de caninos y felinos debe hacerse a partir de los tres meses
de edad y repetirse anualmente.
Tenencia responsable del animal
Se debe evitar que el animal (específicamente, los caninos) pueda morder a un
ser humano o entre en contacto con animales desconocidos. Por ello, es
fundamental llevar a los animales con collar, correa y -de ser necesario- bozal.
Otro ítem importante es no abandonar animales en la vía pública.
Consultar al veterinario
Ante cualquier comportamiento extraño o cambios de conducta de un animal, que
un profesional veterinario es la persona
indicada para interpretarlos.
ANTE UNA MORDEDURA:
Es muy importante
tener presente que el virus de la rabia puede eliminarse por la saliva de un
perro o gato infectado, y por lo tanto contagiar, hasta diez días antes de que este animal comience a
manifestar signos visibles de la enfermedad.
La
herida: Ante cualquier lesión producida
por un animal, lo primero a hacer es un lavado inmediato y cuidadoso de la
región afectada con agua, jabón y cepillo, a efectos de arrastrar la mayor
parte de agentes infecciosos introducidos durante la agresión. Se recomienda no
utilizar alcohol o desinfectantes que lo contengan. Puede complementarse el
lavado con enjuagues con agua oxigenada u otro tipo de desinfectantes.
El
animal agresor: Individualizar
perfectamente al animal agresor para permitir su observación veterinaria
antirrábica durante los primeros 10 días posteriores a la mordedura, lesión o
contacto. No se debe sacrificar, bajo ningún concepto, al animal sospechoso.
El
médico: En caso de producirse una mordedura, concurrir de inmediato a un
médico, aun si el animal estuviese correctamente vacunado contra la rabia, existen
otras enfermedades que pueden transmitirse a través de una mordedura, tétanos, por ejemplo.
El
tratamiento: En aquellos casos en los que se instaure tratamiento
preventivo antirrábico, éste debe ser cumplido en forma regular y completa y no
puede ser interrumpido. En especial, si el animal agresor no pudo ser capturado
para su control antirrábico.
Dr.
Guillermo Ricardo Tuozzo
JORNADA DE ACTUALIZACIÓN SOBRE RABIA EN LA UBAVER NOTA DEL COLEGIO DE VETERINARIOS: http://bit.ly/1MzvzKu
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